Como cualquier sistema de protección, el coste de no tenerlo puede ser trágico.
¿Cómo se si debería instalar un pararrayos?
Esta es una pregunta que nos hacen con frecuencia. Es una cuestión de seguridad. Al igual que hay que instalar sistemas contra incendios, por si fuesen necesarios, un sistema de protección contra el rayo parece prescindible hasta que es demasiado tarde.
Si eres un particular, las razones son simples. Es una cuestión de evitar los daños en tu vivienda, tus objetos personales o en tu familia. Ordenadores, televisor, electrodomésticos o calentador son los objetos más susceptibles de acabar «fritos» en caso de que impacte un rayo. En comparación con los daños que puede llegar a provocar un rayo, un pararrayos es barato.
En cambio, si tienes una empresa, la cuestión es más simple aún. El rayo puede acabar con la maquinaria, stock, materias primas, o simplemente interrumpir la producción durante un tiempo considerable. Las pérdidas que puede ocasionar son mucho mayores al coste del sistema de protección. Por poner un ejemplo, hace dos años una explotación ganadera en Chile perdió 64 vacas por culpa de un rayo. Más sonado fue un caso de hace diez años, en Aragón, donde un rayo cayo sobre un harinera, provocando un incendio que dejó 5 muertos y varios heridos graves. La empresa no se llegó a recuperar de lo sucedido y acabó cerrando las puertas.
Todos estos sucesos son evitables con la instalación de medidas contra el rayo, externas -como los pararrayos- e internas -como los protectores contra sobretensiones-.
Pero ¿cuál es el riesgo real de que impacte un rayo en un edificio?
Este es un dato muy simple de obtener ya que ponemos a su disposición un cálculo del riesgo de impacto de rayo. Además de la probabilidad, proporciona una recomendación según la norma UNE 21186 sobre si es necesario el sistema de protección.
Compruebe rápidamente cual es su riesgo real: Calculo de riesgo