Las tormentas de nieve son fenómenos meteorológicos impresionantes que pueden cubrir vastas regiones bajo un manto de nieve, pero a diferencia de las tormentas eléctricas típicas, raramente producen rayos y truenos.
¿Por qué sucede esto?
La respuesta se encuentra en la complejidad de los procesos atmosféricos que generan estos eventos.
- Temperaturas frías: En una tormenta de nieve, las temperaturas suelen ser muy frías, por debajo del punto de congelación. A diferencia de las tormentas eléctricas, que se forman en condiciones más cálidas, las temperaturas frías en una tormenta de nieve no favorecen la acumulación de carga eléctrica en las nubes.
- Falta de convección: Las tormentas eléctricas se alimentan de un proceso llamado convección, donde el aire cálido asciende y el aire frío desciende, generando fricción y acumulación de cargas eléctricas en las nubes. En una tormenta de nieve, la atmósfera suele ser más estable, con un movimiento vertical del aire limitado, lo que dificulta la formación de rayos.
- Nieve y granizo: En lugar de gotas de lluvia, las tormentas de nieve están compuestas por cristales de hielo y, en ocasiones, granizo. Estas partículas son menos eficientes en la generación de carga eléctrica en comparación con las gotas de lluvia, lo que disminuye la probabilidad de rayos.
- Menos humedad: Las tormentas eléctricas suelen contener una gran cantidad de humedad en la atmósfera, lo que facilita la formación de rayos. En contraste, las tormentas de nieve pueden ser menos húmedas, lo que reduce la probabilidad de que se acumule suficiente energía eléctrica en las nubes.
Las tormentas de nieve son un fenómeno meteorológico diferente de las tormentas eléctricas, debido a las temperaturas frías, la falta de convección, la composición de las partículas y la menor humedad en la atmósfera. Esto explica por qué no suelen producir rayos ni truenos.
Aunque son fascinantes por sus propias razones, los espectáculos de luces y sonidos característicos de las tormentas eléctricas raramente se encuentran en medio de una tormenta de nieve.